© Alberto Blanco

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POEMAS DE ALBERTO BLANCO DEDICADOS AL ROCK
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A LOS COMPOSITORES, INTÉRPRETES Y GRUPOS
QUE LO HAN HECHO POSIBLE


LOS PERROS DE AMUNDSEN

We sailed for parts unknown to man Where ships come home to die… Oh salty dog

—Keith Reid / Procol Harum

I Una sola vez figura el nombre de Amundsen en los diarios de Robert F. Scott. Se entiende que a partir de aquel día la sombra de la fatalidad rodeó su paso entre los hielos. Roald Amundsen nació en Borge, Noruega, en 1872. Fue el primer hombre en pisar el Polo Sur y también el primero en sobrevolar el Polo Norte. En 1910 llegó al Mar de Ross en el barco "Framm"; invernó en la Bahía de las Ballenas y dedicó el siguiente verano a establecer depósitos de suministros en su camino hacia el Polo. Scott -por su parte- había zarpado de Inglaterra el primero de junio de 1910 a bordo del "Terra Nova", un buque extraño, mitad Arca de Noé y mitad laboratorio del futuro. Instaló su campamento a los 77° de latitud Sur. Amundsen lo hizo un poco más arriba; su campamento estaba 110 kilómetros más cerca del Polo. Una trágica diferencia. II Ambas expediciones confían en el triunfo y en el mando de sus inflexibles capitanes. Antes de usar a los perros han usado yeguas siberianas y potros de Manchuria, pero como no pudieron resistir las condiciones han sido rematados. Mas he allí a los nobles perros de Amundsen como estatuas de sal en la ventisca, como serenas piezas de ajedrez en la noche Antártica. A medida que el Polo se aproxima con su deslumbrante corona triunfal, los perros van quedando destrozados por el esfuerzo y las bajísimas temperaturas. Esto sucede conforme a los planes de Amundsen que ha decidido utilizar a los perros muertos como alimentos de los vivos. Un kilo de carne diario para cada animal significa una sobrecarga que mucho reduce las posibilidades de éxito. No hay que olvidar que Scott se aproxima por otra dirección. Mientras que en la tienda iluminada y, en cierto sentido, acogedora se escuchan las tristes piezas de Grieg y se elevan los brindis llenos de ilusiones, los perros sobrevivientes yacen aovillados bajo la tormenta. A 70° centígrados bajo cero el aliento de los hombres y los perros se congela al contacto con el aire enrarecido. Los perros sangran todos de las patas y se quedan petrificados con su cargamento frente a las portentosas montañas. Algunos hombres comienzan a sublevarse, pero sólo puede haber un jefe. Nada más cinco hombres y una breve ristra de perros extraordinarios intentan el asalto final. Durante los siguientes 21 días recorren unos 30 kilómetros por jornada. La incandescente blancura de la nieve ciega sin piedad. Los perros lloran y los hombres también. El sol engañoso del casquete polar nada más agrava la ya de por sí miserable situación. Sacrifican a 24 perros más y quedan sólo 18. En un principio los perros se niegan a comer las vísceras de sus compañeros. Después, hasta los mismos hombres lo hacen. Su carne les parece deliciosa. Un presagio del amargo triunfo. III El 14 de diciembre de 1911 Amundsen y sus hombres llegaron al Polo Sur después de haber recorrido casi 3,000 kilómetros en 99 días. Scott y los suyos llegaron al Polo el 18 de enero de 1912 -unos cuantos días después que Amundsen- sólo para encontrarse con la bandera de Noruega ondeando furiosamente en medio de aquella desolada inmensidad. Una bandera antes que otra: la misma historia de siempre. En lugar del glorioso retorno de los héroes, los exploradores ingleses perdieron la vida al ser sorprendidos por el invierno polar y sus terribles tormentas de nieve. Sus cuerpos fueron hallados meses después a unos cuantos metros de un depósito de provisiones. Amundsen -por su parte- vivió todavía para sobrevolar el Polo Norte en 1926 en compañía de Ellsworth y Nobile. Las disputas sobre el crédito dado al vuelo amargaron los últimos años de su vida. En 1928 Nobile se propuso volar de nuevo sobre el Polo Norte en el dirigible "Italia", pero su aparato se estrelló entre los hielos árticos. Uno de los aviones de socorro -en el que iba Amundsen- se perdió también sin que volviesen a tenerse noticias suyas.

"A Salty Dog" - Procol Harum